Enclavado en la montaña de Pujiang, a las afueras de Chengdu (China),  está completamente alejado de cualquier núcleo de población y es de muy difícil acceso, lo que es un lugar idóneo para el descanso de turistas locales que saben apreciar la naturaleza y el silencio.

El Hotel se adapta la topografía existente y se prioriza la vistas a un lago cercano. 

Aunque se trata de un volumen único, éste se rompe lo máximo posible para adaptarse a un entorno tan cambiante y diverso como puede ser un bosque.

A nivel material se utilizan materiales que se pueden encontrar en el entorno, como son la madera y la piedra local. Con ello se crea un ritmo cambiante de formas y materiales que hacen que no se vea como un elemento extraño y se integre lo máximo posible en la montaña.

El acceso principal se ubica al final de un camino original para evitar alterar la topografía, y así crear recorridos peatonales totalmente adaptados al entorno montañoso.